Existen variedades de masa, rellenos, formas de preparar e infinitas razones para comerlas, pero sólo es uno el alimento.
La mezcla de sabores y la suavidad o dureza de la envoltura son las características que hacen deliciosa a la empanada que siempre guarda un secreto.
“El relleno nunca se ve”, dice el historiador Pedro Reino, que se considera un “fanático de las empanadas”. Cuenta que son parte de la cultura latinoamericana, sin embargo, asegura que nacieron en el Medio Oriente, en donde elaboraban su masa con trigo y el relleno era cordero. Después aparecieron en España y finalmente, a través de la colonización, se adoptaron en Latinoamérica como un plato típico.
Mientras el experto descubre las entrañas de cada una de estas delicias mordida tras mordida, explica que las empanadas de viento son una creación de los antiguos ecuatorianos de clase media y baja porque para su preparación “no se necesitaba mucho dinero ni esfuerzo”.
Harina, agua, sal, levadura, cebolla blanca y queso fresco son los ingredientes que se necesitan para elaborar las empanadas, dice Rosa Alvarado, que trabaja en el restaurante Campo Viejo
En Quito existen diversos lugares en los que se puede degustar de este distintivo plato ecuatoriano. A continuación una lista de tres restaurantes que ofrecen a sus clientes empanadas de viento y además otras variedades, como de verde y morocho.
Campo Viejo
Sector: Avenida de los Shyris N35-124 y Suecia, sector La Carolina
Precio unitario: $ 1,05.
La ronda
Sector: Calle Belo Horizonte E8-45 y Diego de Almagro (esquina)
Precio: $ 2.00 dólares por 4 empanadas pequeñas espolvoreadas con azúcar.
Mama Clorinda
Sector: Reina Victoria 1144 y Calama (esquina)
Precio unitario: $ 1.40
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