lunes, 22 de junio de 2009

INSTANTES CON LA NATURALEZA

Una gran vista y aire fresco y cálido, son parte del camino que conduce al inicio de una aventura en el oriente ecuatoriano. Dentro de la provincia del Pastaza, Shell, un pequeño pueblo, es visitado por turistas nacionales, extranjeros y por supuesto universidades dispuestas a vivir algo diferente a lo cotidiano.

La gran belleza, que con recelo esconde en su profundidad este mágico lugar, es admirado por todos quienes aman la naturaleza y se consideran parte de ella.

El campamento militar fue visitado por los alumnos de la Universidad de las Américas, estudiantes de periodismo y multimedia fueron recibidos por un despejado y claro cielo que los invitó a caminar por los estrechos pero bien construidos caminos, que unen los polos de un pequeño pedazo de lo que esconde el Ecuador.

Algunos nativos del lugar, actualmente militares, se prepararon para guiar a los visitantes dentro de las entrañas verdes de su hogar, don de ellos tienen farmacia y supermercado, pero todo es natural.

Un empinado camino inspira a la gente a dejarse llevar hasta la profundidad de la selva, que aun siendo modificada por los dueños del territorio, los militares que obtienen ganancias económicas por la visita de la gente, no deja de ser "llamativa y exquisita" para los turistas.

Las montañas sin forma definida dando pie a la imaginación, bordean gran cantidad de tierra, plantas y roca, alli el fango parece diluir las piernas de los estudiantes que asustados tratan de caminar sobre él sin ni siquiera sentir su olor de humedad y menos el calor que esrte genera al abrazar el caucho de las botas y besarlas.

El lodo los traga hasta el fondo, los distintos colores de las botas no se distinguen y todas se vuelven color gris, aumentan su peso y dificultan la caminata de la gente para llegar a su destino.

Mientras el agua sigue el orden de la gravedad de las cosas y cae desde las espesas nubes blancas despiadadamente sobre las personas amenazando romper los verdes ponchos de agua, las pequeñas gotas saltan a sus rostros admirados y cuerpos insignificantes frente a tan pura y natural belleza.

Este pequeño pedazo de tierra ecuatoriana es el punto de unión de los seres, de diversas culturas y origen pero que están dispuestos a convivir un instante con la naturaleza.