martes, 14 de julio de 2009

EL MISTICISMO


¿Cómo resulta imposible continuar creando tanta fe sostenida a ciegas y luego razonada intensamente mas allá de todas las posibilidades?

El credo y la religiosidad del espíritu siempre inclinado a encontrar la medicina para la desesperanza van por la misma senda tomados de la mano. Viajan por el mundo interno tratando de llegar al puerto de la esquiva felicidad.

Pero ¿Qué hacer cuando la marcha se trunca a mitad del camino y los anhelos se quiebran como una vacía copa de cristal?

Dos cuadras antes de llegar al bar Matrioska ubicado en la Plaza Foch en Quito, un joven hombre es insultado por un grupo muchachos de "distinta orientación sexual" a la de él, asegura Carlos.

Da pasos largos y mientras camina mira hacia atrás por si a alguien se le ocurre arrojarle algo o golpearlo ,como le ha sucedido ya varias veces, poder esquivarse.

Dentro del bar Carlos dice que "se siente él". Deja su abrigo en el pasillo de entrada y camina . En la parte derecha al corredor una puerta le conduce a la que "quisiera sea su realidad siempre".

Los ojos de Carlos brillan y su delgado cuerpo empieza a moverse al ritmo de la música dentro del lugar, sin embargo, la sonrisa dibujada en su rostro desaparece cuando cuenta que sus amigos han sentido en sus carnes el escarnio de la angustia de verse mutilados por el cuchillo de la decepción ,que en manos de la sociedad, los apuñala hasta con la mirada indiferente.

La tenue luz que alumbra a los asistentes y las otras coloridas luces que en cualquier lugar confunden a las personas, disfrazan la realidad y les da libertad. Sus formas de bailar, de reír, de actuar transmiten confianza, se sienten en familia.

La sexualidad no es un tabú para ellos, se gustan, se tocan e inmediatamente se dirigen al baño donde se aprecian el uno al otro de una manera mas intima, no existe ningún ritual, simplemente lo que piensan y sienten correcto hacer.

Mujeres de fisonomía delicada y agradable asisten al lugar solas o acompañadas al igual que los hombres, a expectativas de encontrar una pareja igual a ellas, prefieren “una mujer sensible a un hombre maltratador”.

De entre otras virtudes conocidas, aquella que tiene que ver con la franqueza es de excelencia superior, porque expande claridad en sus acciones y obliga con su ejemplo a llevar la vida con dignidad y altura sin importar la orientación sexual.

Las personas supuestamente normales, con sus hogares establecidos y una familia, en donde las madres son denigradas por sus familias, los padres tienen amantes y los niños crecen con traumas, son aceptadas por la sociedad y reconocidas hasta por el gobierno.

También esta es una forma de anarquía, donde danzan al compás de la mentira, el odio, la traición, la hipocresía, el egoísmo, la envidia, la arbitrariedad y sobretodo la explotación del hombre por el hombre, los regimenes de la ambición, sin limite o medida que lo impidan.

GRAN HISTORIA, PEQUEÑO PUEBLO


Una Divina Comedia es la que vive Gabrielle junto a su mujer en la Trattoria.

En un pequeño pueblo, Montecristi, vive ya cerca de 20 años un hombre italiano junto a su mujer manabita, su suegra y sus dos jóvenes hijas.

Trattoria es como llamó a su pequeño restaurante. Entre suspiro y suspiro contaba el origen del nombre del lugar. Gabrielle dice que lo importante de su Trattoria es la unión familiar y la colaboración en común, eso es lo que significa, un negocio familiar y dirigido, pero en el que todos comparten responsabilidades para que progrese.

Dice también que a pesar de los pocos visitantes que tiene, les brinda la mejor atención mientras ellos gozan el privilegio de probar sus platos preparados por sus propias manos.

Amante de Dante Alighieri, Gabrielle analiza cada noche repetidamente sus obras con las que se identifica, sobretodo con la Divina Comedia, por la burlesca visión de la vida y de la religión. Por el gran amor que siente por su mujer así como Dante lo sentía por su amada Beatriz, cree en el amor que sobrepasa las fronteras, el paraíso y hasta el mismo infierno.

En la misma ciudad Alfaro, donde vive la constituyente, Gabrielle estableció su negocio, que antes estaba en Manta.

Los asambleístas lo visitan mucho, degustan de sus platos y de su compañía mientras escuchan a Nicola Di Bari, Charles Aznavour y otros cantautores europeos que forman parte de su Trattoria.

Alto, con un grande, corpulento, fornido y grueso cuerpo se enorgullece probando cada uno de sus platos antes de ser servidos, con calma, disfrutando cada cucharada y obviamente la comida mientras la prepara.

Camina lentamente, se acerca a sus comensales, saluda con un fuerte apretón de mano, muy fuerte porque sus manos son grandes y blancas, con una que otra mancha café que le ha luchado a la vida y al tiempo.

Con sus ojos azules que casi ya no se distinguen porque los tapan sus parpados caídos y sus gruesas cejas blancas como su cabello, dice bienvenidos con una sonrisa calida.

Es una larga y empinada cuesta la que recibe a los visitantes, un poco alejada del centro de Montecristi, pero al llegar a la Trattoria, las personas que fueron caminado, compensan el esfuerzo.

Una pequeña puerta bajo un arco de piedra da el primer saludo, infinidad de plantas multicolores que albergan diversas especies de animales adornan la entrada hasta llegar a las gradas que conducen a una pequeña piscina. 4 escalones después al acogedor y rustico lugar, sin lujos, como dice Gabrille pero lleno de él, con una vista amplia, que no alcanza a cubrir ni el ojo humano a pesar de su perfecta estructura y funcionamiento.

Oriana Falaci es otra de sus favoritas, italiana como él, escribe extraordinariamente dice Gabrielle, es la mejor periodista y la única que se merece mi completa admiración.

El salami, las salchichas, el jamón son preparados con sus propias manos, los jamones crudos se cocinan con el tiempo, dentro de una tripa de animal vacuno, se comprime la carne, se va secando, vota los jugos y las sales que le sobran hasta que llega al exquisito punto donde se lo puede saborear y apreciar como verdaderamente es, sin químicos ni cortos procesos que le restan la pasión que degustan los pocos conocedores de la comida ancestral italiana y en sí, del buen gusto como dice Gabrielle, en 60 días el jamón esta listo para servir.

Con aceite de oliva, orégano y algunas otras especias que comparten su aroma exquisita a los platos, Gabrielle regala a la humanidad deliciosas pastas, pizzas y carnes que llevan su sello de sabor que se ha transmitido de generación en generación como dice.

Prefiere la manteca de cerdo antes que el aceite vegetal porque es más natural, le da más sabor y consistencia a los platos.

Las  pastas las elabora él también, sin agua dice, para que utilizar algo sin sabor en algo tan especial, 10 k de sémola y 10 huevos, así de simple como eso para preparar las tan solicitadas pastas.

A Gabrielle le encanta preparar pastas, porque son realmente un arte, con cangrejo, con mariscos, pescado, carne, salsa blanca, de tomate o de cualquier tipo, el sabor se siente en cada bocado, así como el aroma, un verdadero manjar para los conocedores.

Recomienda el Pec, que es la espalda de cerdo ahumado, un plato de origen austriaco delicioso, jugoso y perfecto para ser saboreado con un buen vino, dice Gabrielle.

Lamenta que algunos de los visitantes del restaurante no valoren sus platos, no les gusta dice, lo devuelven con casi toda la comida que prepara a diario con tanta pasión.

Son esos momentos en los que desea con fuerza tener con quien conversar y compartir, alguien que sepa y que valore la buena música y por su puesto su buena comida, además de su familia.

Le gusta la comida ecuatoriana también, las papas con cuero y el caldo de manguera son sus favoritos, son bien preparados dice Gabrille, una cosa exquisita.

Junto a su música, su comída y su Trattoria, en aquel pequeño pueblo Gabrielle seguirá con la paz que dice sentir cada vez que desde el balcón de su restaurante admira la magnifica belleza de la naturaleza, la civilización y el mundo, que fusionados hoy son su felicidad.

Gabrielle ama Montecristi, ama su gente, sus pastas, y la indeleble sonrisa que ha dejado la experiencia de la vida, a pesar de no ser siempre felicidad, en su rostro. Seguirá viviendo allí hasta que no pueda admirar la preciosa vista del lugar dice, y a su amada Italia regresara de visita, con su familia.

 

ARTE EN LA CAPITAL


 

Rodeado por una pared color naranja con uno que otro graffiti, de anchas puertas verdes de metal y con pequeñas entradas independientes para cada pasillo, se encuentra el mercado artesanal en la zona de la Mariscal.

En su interior acoge diariamente a visitantes locales y extranjeros en búsqueda de manufacturas propias de la cultura Ecuatoriana.

Pequeños puestos de ropa, bisutería, artesanía, pintura, cerámica y uno de abarrotes, llenan el mercado con productos de venta al público y el día de ayer, además de los interesados en las ofertas de los comerciantes, se encontraban algunos jóvenes sentados en las bajas y angostas veredas junto a los baños, fumando un tabaco, luciendo adultos y relajados, sin preocupación alguna; como si dispusieran de todo el tiempo del mundo para disfrutar del cigarrillo.

Junto a una de las pequeñas entradas al mercado artesanal, estaban dos Otavalos, de 33 a 36 años aproximadamente, sentados a la orilla del pasillo, cada uno en un banco de madera,  con sus miradas fijas en una mesa redonda central que separaba al uno del otro pero que sin embargo los conectaba mutuamente; se trataba de un reñido juego de  ajedrez.

Sus vestimentas eran prácticamente iguales, alpargatas blancas, pantalón azul y una camiseta blanca, a diferencia de un sombrero que lo llevaba el dueño del local de artesanías junto al que se desarrollaba el partido. El hombre disgustado por la mala suerte que decía tener en el ajedrez, atendía a sus clientes con mala gana, lo cual los asustaba y alejaba de su negocio, pero en esos momentos lo importante para el era la excitante partida, que quería ganarla.

Una larga trenza negra de cabello, adornaba su espalda ancha, de ojos achinados con una gran pupila café oscuro detenía el tiempo a su conveniencia, se limitaba a pensar en el tablero y las fichas que debía mover, su ancha y aguileña nariz le ayudaba a respirar tan profundo como lo necesitaba aquellos momentos pues así lo hacía sentir, tal como su respiración agitada, resultado de unos labios morados, gruesos y carnudos, incapaces de mostrar una sonrisa esos instantes.

Su contrincante en cambio disfrutaba al máximo del juego, sonreía constantemente, mostrando sus grandes y amarillos dientes, y achinando mas sus ojos debido a la feliz expresión de su rostro; su cabello estaba también recogido en una trenza pero que a diferencia de su compañero se la veía completamente pues no llevaba sombrero.

En su muñeca derecha usaba una pulsera tejida de hilo, con los colores de la bandera de su patria, que la lucia orgullosamente tal como su vestimenta característica y su alegría por llevarle una gran ventaja a su compañero en el juego. 

LIBERTAD DE EXPRESION: "UNA PORQUERÍA"



Empujada por los fantasmas del hambre y en uso de la libertad que para ella aniquiló su miseria, se decidió a gritar la verdad que oprimía su espíritu y el de su numerosa familia.

La casa de su pareja es hoy albergue de “los desposeídos que acuden a construir el alimento del sistema llamado democracia”.

La angosta calle que desemboca en una de las principales arterias de Quito, Av. 10 de Agosto, es “guarida” de un grupo de “universitarios protestantes”.

Lissette Villena, estudiante de octavo semestre de comunicación de la Universidad Central del Ecuador, junta sus labios hasta partirlos y formando un pico con ellos, lleva con su mano izquierda hasta su boca un largo y blanco cigarrillo mientras dice “el dinero es dueño de la libertad de expresión”.

Una pequeña y antigua casa color verde pastel, es albergue de personas consideradas diferentes y calificadas como “anormales” por la sociedad según Lissette, debido al pensamiento distinto.

El pequeño y escondido lugar es cómplice de sus discusiones. Sus blancas y bajas paredes que lo hacen acogedor, guardan sus más íntimos secretos, que pretenden un día ser exteriorizados con fuerza.

Mientras “la capital vive una fiesta” y “agota a sus habitantes y visitantes”, el conocimiento del grupo de jóvenes, encuentra solución a asuntos denigrantes para muchas personas que en una ínfima lucha tratan de cambiar.

Se reúnen, conversan, gritan y lloran compartiendo cada una de las experiencias vividas siendo “victimas de un cruel sistema capitalista que calcina sus ganas de vivir cada día más”.

Las personas al frente del movimiento liberal, dicen tratar de crear un entorno más justo para ellos y para los demás, buscan una “democracia total”.

Pero en este lugar no solo se encuentra personas de ideología liberal, sino también a la colectividad “que tiene posibilidades económicas” como las define Lissette, líder del grupo.

“Ellos se consideran actores y promotores del cambio”, comparten sus vivencias, así como el dolor y la resignación que “la clase económicamente poderosa ha reemplazado por falsas esperanzas”.

Nelson López, estudiante de periodismo de la Universidad Católica afirma que la libertad de expresión es una utopía, y que a pesar de estar a un semestre de terminar su carrera no ha comprendido aún la frustración y el martirio que será para el su trabajo y “no poder gritarle al mundo la verdad”.

Comisiones de estudiantes de varios países visitan esta singular casa en algunas ocasiones, además de sus representantes permanentes, escuchan varias opiniones que concuerdan en que la libertad hoy no existe, mucho menos su fusión con la expresión.

Lissette casi al terminar su carrera, aun contempla la esperanza de hablar libremente, de compartir sus pensamientos sin miedo y no ser reprimida. Mientras frunce el ceño y mueve sus morenas y pequeñas manos, describe su primer año en la universidad, cuando todavía creía que “la libertad de expresión es un sueño que con trabajo puede ser cristalizado”, hoy define todo como “una porquería”.

Mientras Lissette evidencia ante la gente que son fallidas las campañas contra el hambre, la desigualdad y la libertad práctica de expresión, y habiéndole tomado 4 años descubrirlo, Francesca Galarza, estudiante de periodismo de primer semestre de La Universidad de Las Américas, considera que la libertad de expresión forma parte de nuestra naturaleza y que “hay que aprovecharla y vivirla plenamente”.

Ella aspira trabajar en un canal de televisión como reportera y dice que si el medio de comunicación con el que se involucra es serio, ella cree firmemente que podrá expresarse libremente.

Francesca sonríe y jugando con su cabello rubio y ondulado cuenta lo apasionante que es para ella el periodismo. El debate y la investigación, siempre le han gustado, y piensa poner en practica todo lo aprendido.

“Los periodistas que son silenciados son los que no luchan realmente por la libertad de expresión” dice con voz fuerte y abriendo sus ojos.

viernes, 3 de julio de 2009

"VOTA NULO"


Un cielo nublado es el que cobija la mañana de sufragio en la ciudad de Ambato.
391.715 votantes acuden a los distintos recintos que están funcionando a partir de las 7:30 a 8 de la mañana.

La gente acude indistintamente a ejercer su derecho a pesar de no saber precisamente donde deben votar y menos por quien lo harán, “lo importante es hacerlo así sea en blanco”, afirma Maria Augusta Ramos, que fue la primera mujer en sufragar en la mesa 17 del Colegio Santo Domingo de Guzmán.

La Lic. Ligia Navas Montero, profesora del colegio, se queja de la desorganización de las juntas, al ser ella principal vocal de la mesa 28 de la escuela Eugenia Mera, asistió a las 7:00 a.m. a cumplir con su trabajo, pero su nombre no estaba registrado, 2 horas después, se le informo que tenia una sanción por no estar presente en la organización de la mesa.

Cerca del medio día, la gente acude en mayor cantidad a sufragar en el Colegio Luís A. Martínez, ubicado en el centro de la ciudad, donde el actual alcalde de Ambato y candidato a la reelección por Alianza País, Fernando Callejas Borona, voto a las 9:34 a.m., con una gran sonrisa y repartiendo fuertes apretones de manos a la gente que lo saludaba.

Javier Altamirano, candidato a alcalde por el PRIAN sufrago en el mismo colegio, acompañado por su esposa, caminó desde su casa hasta la mesa donde ejercería uno de sus derechos.
Carla Mantilla, estudiante universitaria, al abrir la ventana de su casa encontró un graffiti de “vota nulo”, lo que ella considera “grave” porque personas sin criterio podrían dejarse llevar “por unas cuantas palabras en una pared”.

La gente trata de comunicar sus ideas de cualquier forma y si las autoridades no los escuchan buscan distintas formas de hacerse notar, afirma Carla, que con gestos en su rostro y el brusco movimiento de sus manos expresa inconformidad con la situación actual.

UNA OPORTUNIDAD SIN EXPERIENCIA

Andrés Marín, de 23 años, egresó como el mejor estudiante de su promoción en Derecho y fue dirigente estudiantil de su colegio durante un año. El domingo se presta para ganar un curul en la Asamblea Nacional.

A los 22 años formó parte del movimiento político Sociedad Patriótica y después se desempeñó como asesor de Rosa Álvarez, actual Ministra Fiscal de Tungurahua. Luego de un año “empezó realmente su vida política” y actualmente es candidato para asambleísta provincial por el Movimiento Justo y Solidario.

El candidato a la Presidencia de la República, Carlos González, inculcó en Andrés el valor de la verdad como única arma contra la dictadura que está viviendo el Ecuador con el actual presidente, según Marín.

Su familia estuvo permanentemente ligada a la política. Max Marín, tío de Andrés, fue asesor de campaña de Lucio Gutiérrez y su padre estaba afiliado al Partido Sociedad Patriótica. Su madre, en cambio, es seguidora del Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN).

Cuenta Andrés que al llegar Gutiérrez a la presidencia, su tío Max rompió lazos con él debido a varias "diferencias ideológicas irremediables", por eso ahora apoya otro partido que concuerda más con el pensamiento de su familia.

Carlos González, candidato a Presidente de la República, es amigo personal del tío de Andrés. Él cuenta que desde que cursaba la carrera universitaria Carlos lo veía como un líder, lo que le motivó a dar este primer paso dentro de la política.

Entre sus propuestas de campaña está reformar la constitución, porque cree que la actual está parcializada hacia el poder ejecutivo, también propone dar más apertura a los jóvenes en la política para que puedan adquirir experiencia y que ésta les sirva tanto para su vida laboral como personal.